El pasado 12 de marzo ingresaron a la Argentina a través del aeropuerto internacional de Ezeiza dos personas, cuya identidad aún no ha sido confirmada, portando pasaportes israelíes denunciados como robados o extraviados, cuyos datos variables habían sido adulterados.
Para evitar las falsificaciones los documentos de este tipo poseen medidas de seguridad de diferentes niveles para impedir su reproducción fraudulenta o su adulteración. Las medidas de seguridad se encuentran en el soporte (contenidas dentro del papel), en los distintos tipos de tintas (con las que se imprimen los fondos, imágenes y datos) y en los sistemas de impresión utilizados en su confección (de alta calidad y poco accesibles).
En este caso las medidas de seguridad en el documento estaban presentes en primera instancia, lo que permitiría reconocer al documento como original. Pero los datos variables (fotografía, nombre, apellido, fecha de nacimiento, etc.) no tienen una medida de seguridad en sí mismos sino que deben ser cotejados con bases de datos para determinar su autenticidad.
Pasaportes adulterados, la principal prueba
Al llegar a nuestro país Migraciones controla la documentación, escaneado y analizado los pasaportes por el Sistema Integral de Captura Migratoria (SICAM) donde confluyen las bases de datos de Interpol, del sistema de Información Anticipada de Pasajeros (API), de la base de datos de Migraciones, del RENAPER y del Registro Nacional de Reincidencia.
A través del SICAM se le informó inmediatamente al agente migratorio que los pasaportes estaban denunciados como extraviados o robados en Jerusalén, que estas personas provenían de España pero que de allí habían salido con otros nombres y pasaportes. Por protocolo ante estas irregularidades el agente debía notificar a Policía de Seguridad Aeroportuaria y retenerlos. Pero como a través de la lectura de las huellas dactilares no figuraban con restricciones o antecedentes para circular el agente permitió que ingresaran al país.
El SICAM está conectado a través de convenios internacionales con otros países, y en este caso envió automáticamente una alerta a Israel, el país emisor de los documentos. Desde Israel estudiaron la información recolectada en Ezeiza y respondieron al día siguiente con una alerta confirmando que los pasaportes estaban denunciados, que las fotografías, huellas y nombres que figuran en él no coinciden con los verdaderos titulares, quienes se encontraban en Israel en ese momento.
Recibida esta alerta se inicia la investigación, búsqueda y detención de estas personas para que declaren ante la justicia sobre su situación. A pedido del juez sorteado en la causa se solicitó la intervención de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal junto con División de Lucha contra el Terrorismo de la Agencia Federal de Inteligencia.
Elementos secuestrados durante la detención.
Ambas personas fueron llevadas ante los Tribunales Federales de Comodoro Py, donde declararon que son de nacionalidad iraní. La investigación continúa.
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